Hasta hace poco se pensaba que los humedales no
tenían ninguna utilidad para el hombre. Por sus características se les
consideraba una tierra perdida. El hombre comenzó a drenarlos,
rellenarlos con toneladas de tierra y construir casas, empresas,
escuelas y áreas de estacionamiento.
Entonces los científicos comprendieron que los humedales jugaban un papel importante en el medio ambiente.
Por ejemplo, durante una tormenta los humedales actúan como una esponja
gigante, absorben el exceso de lluvia y después lo liberan muy
lentamente. Esto constituye una gran ayuda para evitar las inundaciones.
Durante los períodos de grandes lluvias, en las comunidades donde se
han drenado los humedales, las calles y los hogares a menudo se inundan,
pues han perdido su medio natural para deshacerse del agua adicional.
Los humedales también pueden filtrar los contaminantes del
medio ambiente, como el fósforo y el nitrógeno, mediante la absorción
del exceso de nutrientes y su disolución progresiva. Aunque los
humedales pueden contaminarse cuando las aguas residuales y los
fertilizantes agrícolas fluyen por ellos, son capaces de procesar
algunos contaminantes gracias a los microorganismos y las plantas que
viven allí. Además son el hogar de millones de aves de cría, peces y
anfibios de todo el planeta.
Después que el hombre ha percibido la importancia de los humedales,
se han dictado leyes y para protegerlos. Muchos se han convertido en
refugios nacionales de vida silvestre, a dónde se puede ir para tomar
fotos u observar las diferentes especies.