Como todos sabemos hay pruebas abrumadoras de que las actividades humanas están afectando al clima mundial, lo cual tiene graves repercusiones en la salud pública. Sin lugar a dudas el calentamiento global tiene consecuencias que ponen en riesgo la salud, tales como los fenómenos meteorológicos catastróficos, la variabilidad de los climas, que afecta a los suministros de agua y alimentos, los cambios de la distribución de los brotes de enfermedades infecciosas o las enfermedades emergentes relacionadas con los cambios de los ecosistemas.
¿Afecta el cambio climático a la salud humana?
Las
repercusiones sanitarias del cambio climático ya se están haciendo
sentir: aumento del número de fallecidos por olas de calor, aumento de
los desastres naturales tales como las inundaciones, y cambios de la
distribución de enfermedades potencialmente mortales transmitidas por
vectores, tales como el paludismo.
Según
la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático
continuado tendrá profundas consecuencias negativas en algunos de los
determinantes sociales y ambientales de la salud, como los alimentos, el
aire y el agua. Las zonas que disponen de una infraestructura sanitaria
débil, en su mayoría situadas en los países en desarrollo, serán las
menos aptas para prepararse y dar respuesta a estos problemas si no
reciben ayuda. Se
calcula que el cambio climático causó 150 000 muertos en todo el mundo
en el año 2000. Según un nuevo estudio de la OMS, esta cifra ascenderá a
250 000 muertos al año en 2040. En realidad, esta estimación habría
sido mayor si no se hubiera incorporado la reducción de la mortalidad
infantil prevista para el futuro.
En 2015 se batió el récord de temperatura media global más alta, durante el año pasado ocurrieron varias olas de calor.
La más significativa, en cuanto al número de muertos, afectó a la India
en mayo, murieron 2500, personas, la segunda más mortífera en la
historia de la India, y la quinta más mortífera en la historia del
mundo.
Datos y cifras
1.
A lo largo de los últimos 50 años, las actividades humanas, y en
particular la combustión de combustibles fósiles, han liberado
cantidades de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero
suficientes para afectar al clima mundial. La concentración atmosférica
de dióxido de carbono, gas que atrapa más calor en las capas bajas de la
atmósfera, ha aumentado en más de un 30% desde los tiempos anteriores a
la revolución industrial. Los consiguientes cambios del clima mundial
conllevan una serie de riesgos para la salud, tales como el aumento de
la mortalidad por las temperaturas extremadamente elevadas o el cambio
de la distribución de las enfermedades infecciosas.
2.
Del ecuador a los polos, el clima y la meteorología tienen grandes
repercusiones directas e indirectas en la vida humana. Los fenómenos
meteorológicos extremos, como las grandes lluvias, las inundaciones o
los huracanes como el Katrina que
arrasó Nueva Orleáns (EE.UU.) en agosto de 2005, ponen en peligro la
salud y destruyen propiedades y medios de subsistencia. En la última
década del siglo XX, los desastres naturales relacionados con las
condiciones meteorológicas produjeron aproximadamente 600.000 muertes en
todo el mundo, el 95% de ellas en países pobres.
3.Las
variaciones meteorológicas intensas a corto plazo también pueden
afectar gravemente a la salud, causando estrés térmico o un frío extremo
(hipotermia) y provocar el aumento de la mortalidad por enfermedades
cardiacas y respiratorias. Unos estudios recientes parecen asociar las
temperaturas récord alcanzadas en el verano de 2003 en Europa
Occidental, con las 70.000 muertes más en el mismo periodo de años
anteriores.
4.El
aumento de la temperatura global modifica los niveles y la distribución
estacional de partículas aéreas naturales (por ejemplo, el polen) y
pueden provocar el asma. Hay aproximadamente 300 millones de personas
con asma y se teme que el alza en la temperatura eleve el número de
personas con dicha enfermedad.
5.
La elevación del nivel del mar, otra consecuencia del calentamiento
global, aumenta el riesgo de inundación de las costas y podría causar
desplazamientos de población. Más de la mitad de la población mundial
vive en una franja costera de 60 km de ancho. Además de producir
directamente lesiones y muertes, las inundaciones pueden aumentar el
riesgo de infecciones transmitidas por el agua y por vectores. Los
desplazamientos de la población pueden aumentar las tensiones y el
riesgo de conflictos.
6.
El aumento de la variabilidad de las precipitaciones puede poner en
riesgo el suministro de agua dulce. La escasez de agua afecta ya a un
40% de la población mundial. La falta de agua y su mala calidad pueden
poner en peligro la salud y la higiene, con el consiguiente aumento del
riesgo de enfermedades diarreicas (causa de la muerte de 2,2 millones de
personas cada año), de tracoma (una infección ocular que puede producir
ceguera) y otras enfermedades.
7.
La escasez obliga a las personas a transportar el agua desde lugares
alejados y a almacenarla en sus casas. Esto puede aumentar el riesgo de
contaminación del agua y de las consiguientes enfermedades, además de
servir de criadero de mosquitos que son vectores de enfermedades
debilitantes como el paludismo o el dengue.
8.
Las condiciones climáticas influyen en las enfermedades transmitidas
por el agua y por vectores como los mosquitos. Las enfermedades
sensibles al clima se encuentran entre las principales causas de muerte.
La diarrea, el paludismo y la malnutrición proteinocalórica produjeron
más 3 millones de muertes en 2004, de las cuales más de un tercio se
registraron en África.
9.
La malnutrición es la causa de millones de muertes anuales, tanto por
la falta de nutrientes suficientes para mantener la vida como por el
aumento de la vulnerabilidad a enfermedades respiratorias y enfermedades
infecciosas como el paludismo o la diarrea. Se prevé que el aumento de
la temperatura del planeta y de la variabilidad de las precipitaciones
reduzca las cosechas en muchas regiones tropicales en desarrollo donde
la seguridad alimentaria ya es un problema.
10.
Las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o
atenuar las repercusiones sanitarias del cambio climático pueden tener
otros efectos positivos en la salud. Por ejemplo, el fomento del uso del
transporte público y de los medios de desplazamiento activos (la marcha
o la bicicleta) como alternativa a los vehículos privados podría
reducir las emisiones de dióxido de carbono y mejorar la salud pública.
Además de reducir las lesiones relacionadas con el tránsito, también
reduciría la contaminación del aire y las enfermedades respiratorias y
cardiovasculares asociadas. El aumento de la actividad física, puede
reducir las tasas generales de mortalidad.
Fuente: http://www.greenplanet.es/2016/02/el-cambio-climatico-y-la-salud.html?utm_content=buffer2ccb7&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer
Fuente: http://www.greenplanet.es/2016/02/el-cambio-climatico-y-la-salud.html?utm_content=buffer2ccb7&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer
No hay comentarios:
Publicar un comentario