martes, 7 de junio de 2016

El ruido, uno de los principales problemas ambientales de las ciudades



El ruido ambiental afecta a muchas personas. Nos puede afectar tanto desde el punto de vista fisiológico como psicológico e interferir con actividades básicas como dormir, descansar, estudiar y comunicarse. Aunque estos efectos sobre la salud humana se conocen desde hace tiempo, en investigaciones recientes se ha observado que se presentan con unos niveles de ruido inferiores a los que se consideró con anterioridad.

El ruido ambiental —sonido exterior no deseado o nocivo— está cada vez más extendido, tanto por lo que respecta a su duración como a su cobertura geográfica. El ruido está asociado a numerosas actividades humanas, pero las que más ruido producen son el tráfico ferroviario, el tráfico rodado y el tráfico aéreo. Es un problema que afecta de manera especial al medio ambiente urbano. En Europa, por ejemplo, cerca del 75 % de la población europea vive en ciudades, y los volúmenes de tráfico siguen en aumento, por lo que la población expuesta a niveles no deseables de ruido aumenta año tras año. Lo que conlleva que en muchos países europeos el número de denuncias relacionadas con el ruido ambiental esté creciendo.
 

Puesto que el ruido ambiental es persistente e ineludible, una parte significativa de la población está expuesta al mismo. El Libro Verde de la UEsobre la política futura de lucha contra el ruido en indica que en torno al 20 % de la población de la UE sufre unos niveles de ruido que los expertos sanitarios consideran inaceptables, es decir, que pueden causar molestias, alteraciones del sueño y efectos nocivos en la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cerca del 40 % de la población de la UE está expuesta a unos niveles de ruido derivado del tráfico que superan los 55 dB(A)en, y que más del 30 % está expuesta a unos niveles que superan los 55 dB(A) por la noche.
 

La cuantificación de la carga de enfermedad relacionada con el ruido ambiental es un problema emergente para los responsables políticos. La exposición al ruido no sólo produce alteraciones del sueño, molestias y deterioro de la capacidad auditiva, sino también otros problemas de salud como los trastornos cardiovasculares. La carga de enfermedad causada por el ruido ambiental no se ha cuantificado aún. La Organización Mundial de la Salud lleva a cabo un estudio que aborda diversos efectos del ruido sobre la salud.
 

Además, los efectos del ruido se potencian cuando interactúan con otros factores de estrés ambientales, como los contaminantes atmosféricos o los productos químicos. 
 

El ruido afecta también a la fauna y la flora. Las repercusiones a largo plazo en este sentido —por ejemplo, cambio de las rutas migratorias y alejamiento de los animales de los lugares de su elección para la alimentación y la cría— necesitan una investigación más minuciosa.
 



 
Efectos del ruido en la salud.
 
Dada la creciente conciencia y conocimiento ambientales del impacto del ruido en la salud, la psiquis, el rendimiento y el bienestar, la lucha contra el ruido ambiental es cada vez más importante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe al ruido como la primera molestia ambiental en los países industrializados.
 

El ruido afecta a las personas de diversas maneras. Sus efectos están relacionados con la audición, el sistema nervioso vegetativo, la psiquis, la comunicación oral, el sueño y el rendimiento. Puesto que el ruido es un factor estresante, una carga mayor para el cuerpo produce un mayor consumo de energía y más desgaste. Se sospecha que el ruido puede favorecer las enfermedades en que el estrés tiene una función importante, como las enfermedades cardiovasculares, que se pueden manifestar en la forma de hipertensión, infarto de miocardio, angina de pecho o incluso apoplejía.
 

Los efectos para el campo psicológico también son graves. El estrés producido por ruido ambiental - en especial el ruido del tráfico - es una preocupación principal, no sólo en los países industrializados, sino también cada vez más en las naciones en desarrollo.
 

Debido al continuo y masivo aumento de los volúmenes de tráfico, tanto vial como aéreo, el estrés causado por el ruido ambiental ha tenido un incremento constante en su duración y en el área afectada.
 

El daño auditivo producido por el ruido relacionado al ocio también es preocupante. La fuente más común de ruido en este contexto es la música, a la cual el oído está expuesto por distintos medios de audio en lugares diferentes (reproductrores de música portátiles, sistemas estéreos, dicotecas, conciertos). La mayoría de la gente subestima el riesgo de sufrir daño auditivo o incluso lo niega conscientemente. El mayor problema (o aspecto) es crear conciencia en el grupo de mayor riesgo, por lo general los jóvenes. En este respecto, se llama a los legisladores a intervenir y disminuir el potencial de daño con la introducción de limitadores de nivel de sonido en las unidades reproductoras de audio y niveles de sonido máximos permitidos en los eventos musicales o prohibir los juguetes que son muy ruidosos o que producen niveles de ruido excesivamente altos.
 

La Asociación Médica Mundial, de acuerdo con sus objetivos médico-sociales, llama la atención sobre el problema de la contaminación acústica con el fin de contribuir a la lucha contra el ruido ambiental a través de mayor información y más conciencia.
 

Imagen: MAGRAMA

 
El ruido en jóvenes y adolescentes
 
Según la OMS Unos 1100 millones de jóvenes y adolescentes corren el riesgo de sufrir pérdida de audición por el uso nocivo de aparatos de audio personales, como teléfonos inteligentes, y por la exposición a niveles sonoros dañinos en lugares de ocio ruidosos, como clubes nocturnos, bares y eventos deportivos.
 

La pérdida de audición tiene consecuencias potencialmente devastadoras para la salud física y mental, la educación y el empleo. De los datos de estudios realizados en países de ingresos medianos y altos y analizados por la OMS se desprende que casi el 50% de los adolescentes y jóvenes de 12 a 35 años están expuestos a niveles perjudiciales de ruido por el uso de aparatos de audio personales y que alrededor del 40% están expuestos a niveles de ruido potencialmente nocivos en lugares de ocio. Un nivel perjudicial de ruido puede ser, por ejemplo, la exposición a más de 85 decibelios (dB) durante ocho horas o 100 dB durante 15 minutos.
 

La exposición segura a los sonidos depende de su intensidad o volumen, así como de su duración y frecuencia. La exposición a sonidos fuertes puede desembocar en una pérdida de audición temporal o en acúfenos (sensación de zumbido en los oídos). Cuando se trata de sonidos muy fuertes o la exposición se produce con regularidad o de forma prolongada, las células sensoriales pueden verse dañadas permanentemente, lo que ocasiona una pérdida irreversible de audición.
 

Recomendaciones de la OMS
 
La OMS recomienda que el nivel más alto permisible de exposición al ruido en el lugar de trabajo sea de 85 dB durante un máximo de 8 horas al día. Muchos clientes de clubes nocturnos, bares y eventos deportivos están con frecuencia expuestos a niveles incluso más altos de ruido, y por lo tanto deberían reducir considerablemente la duración de la exposición. Por ejemplo, la exposición a niveles de ruido de 100 dB, que es la normal en esos lugares, es segura durante un máximo de 15 minutos.
 

Para proteger su audición, los adolescentes y los jóvenes pueden mantener bajo el volumen de sus aparatos de audio personales, ponerse tapones en los oídos cuando acudan a lugares ruidosos, y utilizar cascos o auriculares que se ajusten a los oídos y, de ser posible, que aíslen del ruido del entorno. También pueden limitar el tiempo dedicado a actividades ruidosas haciendo breves descansos auditivos y restringiendo el uso de aparatos de audio personales a menos de una hora al día. Con la ayuda de algunas aplicaciones de los teléfonos inteligentes, pueden vigilar los niveles seguros de exposición al ruido. Además, deben prestar atención a las señales de advertencia de pérdida de audición y hacerse revisiones auditivas periódicas.
 

Los gobiernos también tienen una importante función que desempeñar promulgando y aplicando legislación rigurosa sobre el ruido derivado de actividades recreativas, y sensibilizando con respecto a los riesgos de la pérdida de audición mediante campañas de información pública. Padres, profesores y médicos pueden educar a la juventud sobre lo que significa una audición responsable y segura, mientras que los responsables de lugares de ocio pueden respetar los niveles sonoros seguros establecidos para sus locales, utilizar limitadores del sonido y ofrecer tapones para los oídos y salas de relajación ("chill-out") a sus clientes. Los fabricantes pueden diseñar aparatos de audio personales con características de seguridad y exponer información sobre los niveles sonoros seguros en los productos y sus envases.
 

El Sistema de Información sobre contaminación acústica (SICA) español

El SICA, es una inciativa puesta en marcha por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente español en respuesta a la problemática del ruido ambienal. Constituye la base de datos necesaria para la organización de la información relativa a la contaminación acústica, y permite buscar y descargar los mapas estratégicos de ruido realizados así como los datos sobre los planes de acción contra el ruido elaborados de acuerdo con la normativa vigente.

Fuente: http://www.greenplanet.es/2016/03/el-ruido-ambiental-uno-de-los.html?utm_content=buffer73e52&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer

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