Junto
con el reciclaje, la única forma real de evitar que el plástico se
convierta en una verdadera plaga es evitar su uso lo máximo posible. En
el mundo en el que vivimos evitar el plástico totalmente no es un
objetivo realista, pero sí podemos cortar radicalmente su uso aplicando
solo algunos sencillos cambios a nuestra vida diaria. Así, a
continuación te presentamos 10 consejos que te ayudarán mucho a disminuir radicalmente tu uso de plástico y a ayudar así a proteger el medio ambiente.
1.-Reutiliza lo máximo posible. Los objetos de plástico más utilizados y que, por tanto, más daño acaban haciendo al medio ambiente son aquellos denominados como “de usar y tirar”. Son objetos que se utilizan solo una vez y que después se desechan. Sin embargo, la mayoría de ellos se pueden sustituir fácilmente por cosas parecidas hechas con otros materiales que se pueden usar varias veces.
2.-Evita utilizar objetos de plástico que no sean realmente necesarios.
Muchas cosas de uso cotidiano que no son ni siquiera marginalmente
necesarias llevan una gran cantidad de plástico. Por ejemplo, las muy
extendidas pajitas de las bebidas, hechas de plástico,
casi nunca prestan un servicio real y, aún así, se encuentran entre los
objetos de este material que más contaminan por su difundida
utilización. Por lo tanto, evita lo máximo posible utilizar cualquier
tipo de objeto de plástico que no te presente una utilidad real.
3.-Lleva contigo tus propios recipientes cuando vayas a comprar alimentos que te suelen dar en contenedores de plástico. Los envases de plástico suelen utilizarse con mucha asiduidad en las tiendas para entregar a los clientes alimentos que se venden al peso, como frutos secos, aceitunas, legumbres, embutidos que se venden en rodajas y muchos productos similares. Este tipo de contenedores no suelen utilizarse más que una vez y, después, se tiran a la basura sin contemplaciones, creando millones de desechos cada año.
4.-Si utilizas de forma habitual vasos, cubiertos y platos de plástico,
sustitúyelos por otros hechos de un material más perdurable. Aunque lo
más habitual es que tengamos en nuestra cocina útiles de metal, cristal y/o loza,
también suele ser muy popular la opción de utilizar cubiertos, vasos y
platos de plástico cuando se realizan fiestas, reuniones familiares o se
come fuera de casa, especialmente en el trabajo. Evita utilizar este
tipo de materiales desechables lo máximo posible y usa su variante
reutilizable en todo tipo de ocasiones.
5.-Si tienes que comprar
algo que se empaqueta en contenedores de plástico y que utilizas de
forma habitual, trata de comprar el producto de mayor volumen posible,
especialmente si tienes sitio para almacenarlo. Este consejo funciona
muy bien con los productos de limpieza y otros
similares, que utilizamos con cierta regularidad y que no se echan a
perder. Así, por ejemplo, si vamos a comprar suavizante, que
generalmente se ofrece en contenedores de plástico, en vez de comprar
una botella pequeña que nos dure una semana, podemos comprar una de diez
litros. Ésta última nos durará mucho más y evitará que tengamos que
comprar regularmente pequeñas botellitas cuyos envases provocarán que
mucho más plástico acabe en la basura.
6.-Ten en cuenta el factor plástico
a la hora de decidirte a comprar algo. Cuando pensamos en comprar algo,
habitualmente tenemos en cuenta factores como el precio, la utilidad o
el volumen, pero generalmente no pensamos en el impacto medioambiental
que puede tener ese producto o en la cantidad de plástico en el que
está empaquetado. Si conlleva la utilización de mucho plástico, como
ocurre con mucha asiduidad, por ejemplo, en los paquetes de comida
precocinada, piensa dos veces en si de verdad necesitas ese producto o
no. De hecho, por un poco más de dinero se pueden comprar muchos
productos en envases reciclables o reutilizables, como la leche o las
frutas en almíbar, que generalmente también se pueden comprar en tarros o
botellas de cristal.
7.-Evita utilizar plástico transparente de cocina. A veces utilizamos el plástico transparente con gran libertad, tirando a la basura una gran cantidad de este producto después de un solo uso. Aunque suele ser un elemento bastante útil, otros objetos reutilizables como recipientes de cerámica, de acero o de cristal pueden hacer fácilmente el mismo trabajo sin dañar el medio ambiente, por lo que realmente no merece la pena su uso. Así, sustituye su uso en la medida de lo posible.
8.-Utiliza bolsas de basura extra grandes
para reducir su consumo. Compra las bolsas de basura más grandes que
puedas, de forma que tengas que usarlas con menos frecuencia y
contaminar menos de esta manera.
9.-Predica con el ejemplo y comparte tus conocimientos con tu familia.
En la mayoría de las ocasiones, si las personas con las que convives no
te ayudan en tu lucha por utilizar menos plástico, lo más probable es
que acabes utilizando la misma cantidad de plástico que antes para
evitar conflictos e inconvenientes. Intenta enseñar a las personas con
las que vives las razones por las que este comportamiento es importante y
trata de demostrarles que estos pequeños cambios no les supondrán
demasiadas incomodidades. Si todo el mundo colabora en tu lucha contra
el plástico, tendrás muchas más posibilidades de éxito.
10.-Y, sobre todo, ¡recicla!
Como hemos dicho al principio, junto con la limitación del uso del
plástico, el reciclaje es la única forma que tenemos de evitar la
proliferación sin control de objetos de plástico desechado. Actualmente,
muchos de los productos de plásticos que se utilizan pueden ser
reciclados de una forma u otra, por lo que asegúrate de reciclar todo el
plástico que sea posible.
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