Cada año observamos una costumbre que se ha implantado por ignorancia
en el país y es que se venden centenares de fuegos artificiales de todo
tipo, y muchos padres y familiares compran esto a lo niños como una
forma de distracción y solo los están llevando mas cerca al peligro, la
venta de estos juegos pirotécnicos en el país es ilegal pero se venden
como si fueran legales en la calle! La intervención del gobierno en
cuanto al decomiso de estos se ha puesto en practica pero debe ser mas
contundente ya que los vendedores de estos juegos tan perjudiciales para
la salud hacen caso omiso a las leyes! la normativa que dicta castigo
de decomiso de mercancía incluye hasta penas de cárcel, que van desde
los seis hasta las doce meses, según lo establecido en el artículo 92 de
la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes
(Lopna).
Es importante resaltar sobre estos prohibidos juegos es que hacen un
daño muy grave al ambiente por el contenido de su humo contaminante,
perjudica nuestra naturaleza en todos los sentidos! Estos son traídos
desde China donde estos juegos no son tradición pero ellos se lo venden a
la mayoría de los países sin restricciones y sin ningún tipo de
conciencia ecológica! Por eso debemos educar a los padres con respecto a
este tema e instruir a los niños para que eviten jugar con este tipo de
pirotecnia para proteger el equilibrio ecológico de nuestras ciudades y
culturizar a la ciudadanía.
Cuál es el impacto ambiental de llenar el cielo nocturno de
increíbles efectos luminosos y sonoros en alguna de las múltiples
celebraciones de verano o en épocas decembrinas? Los espectáculos
pirotécnicos son la máxima expresión de la fiesta, del estallido de la
alegría, pero también tienen su lado negativo: contaminación, ruidos, molestias a la fauna o incluso incendios forestales.
La Asociación Española de Fabricantes de Fuegos Artificiales (Afape)
asegura no disponer de datos de la cantidad de material pirotécnico que
se quema en el país. Lo que sí afirma es que se trae mucho de fuera,
Según esta organización, el año pasado se importaron más de 3 millones
de kilos de artículos pirotécnicos (valorados en 9,5 millones de euros),
más de un millón de kilos menos que en 2008. Y, a la vez, los
fabricantes españoles exportaron en 2009 casi 700.000 kilos (valorados
en 8,7 millones de euros) a países como Canadá, Japón, Francia, Grecia,
Emiratos Árabes, Cuba…
“El producto chino es más barato, pero también de peor calidad”, comenta Guillermo Rodríguez-Bronchu,
representante de Afape, que asegura que este tipo de espectáculo ya no
es como antes: “Ha cambiado la filosofía, antes se anunciaban
exhibiciones de fuegos artificiales, con muchos efectos, ahora lo que
cuenta es que haya mucho material, aunque dure poco en el cielo”.
Los fuegos artificiales son mucho más que pólvora.
Para conseguir los distintos efectos y colores se requieren mezclas con
múltiples compuestos químicos: bario para los tonos verdes, estroncio
para los rojos, sodio para los dorados, aluminio para chispas plateadas y
blancas, antimonio para destellos… Entre sus ingredientes, algunos
estudios llaman la atención sobre el uso común de perclorato de potasio o de amonio como oxidantes. Un trabajo publicado hace unos años en la revista científica “Environmental Science & Technology”
documentaba el aumento de concentraciones de perclorato en lagos de
Estados Unidos cercanos a espectáculos pirotécnicos desde 2004 a 2006.
Los investigadores encontraron aumentos de entre 24 y 1.028 veces la
concentración media de estos compuestos en el agua a lo largo de las 14
horas siguientes a los fuegos artificiales, registrándose las mayores
cantidades en la celebración del 4 de julio, Día de la Independencia de
EEUU. La buena noticia es que existen fuegos artificiales más “verdes” que no utilizan perclorato, la mala es que resultan también más caros de fabricar.
En España, todo lo relacionado con el material pirotécnico está regulado por el Real Decreto 563/2010, aprobado el pasado 7 de mayo. En esta normativa se incide, por ejemplo, en que el nivel sonoro máximo no puede exceder los 120 dB
(A,imp). Sin embargo, no se encuentra gran cosa sobre el polvo que cae
del cielo tras una de estos espectáculos de ruido y luces.
¿Corremos el riesgo de morir en una tarde de 14 de julio demasiado
iluminada? Esta es la pregunta que se hace de forma irónica la revista
francesa Terra Eco
para referirse a las consecuencias de los fuegos artificiales de la
fiesta nacional de este país (en cuya celebración en París “se enciende
la mecha” de 3 toneladas de material). Obviamente, resulta poco
probable. Aún así, esta publicación advierte que tampoco son tan inocuos como se piensa. Para ello, cita las recomendaciones de la Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza
para sus grandes fiestas del 1 de agosto: “Los grandes fuegos producen
una concentración, breve pero realmente importante, de polvos finos y de
compuestos colorantes metálicos”.
Según este organismo, en proporción anual, la contaminación que se
produce por estos espectáculos no deja de ser menor que la de grandes
fuentes como el tráfico, pero considera que no es aconsejable asistir para las personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
“Si estalla y funciona bien, la contaminación química es mínima”,
indica Rodríguez-Bronchu, que asegura que donde hay más riesgo químico
es durante la producción del material pirotécnico. “Estamos avanzando”, afirma.
En zonas cercanas a espacios naturales estos espectáculos tienen otros impactos negativos.
Por un lado, pueden suponer una fuente de estrés para la fauna. Pero,
sobre todo, en determinadas circunstancias, constituyen un grave riesgo de incendio forestal.
Ya ha ocurrido que el fuego que ha encendido la mecha de algunos de
estos artificios pirotécnicos haya sido el detonante que ha acabado
llenando de llamas algún monte cercano.
Fuente: https://batallaecologica.wordpress.com/2014/12/09/el-efecto-contaminante-de-los-fuegos-artificiales/
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