Son muchas las cosas que podemos hacer para devolver un poco de salud
al Planeta tierra. Nunca es tarde para hacerse buenas propuestas y
comenzar a llevar a cabo esos actos ecológicos que van a tener un efecto
muy positivo para el medio ambiente. Puede que ya hayas hecho algunas
de ellas, pero te exponemos una lista de actos verdes que harás con muy
poco esfuerzo para que los intentes hacer a corto plazo.
1: Plantar un árbol
Siempre se ha dicho que las personas tienen que hacer tres cosas en
la vida: tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Sin duda,
la tercera es la más sencilla de realizar y puedes plantar uno, o
varios, para que algún día haya una vida vegetal más en el mundo. Es una
de las cosas más importantes que podemos hacer si queremos preservar
nuestro planeta.
El calentamiento global está causado por los gases invernaderos
excesivos que se envían en la atmósfera, como el dióxido de carbono y el
metano. Los árboles se ocupan de eliminar naturalmente ese dióxido de
carbono tan nocivo, al tiempo que producen oxígeno; además, éstos forman
un hábitat natural para los pájaros, al tiempo que nos proporcionan
sombra y frutos.
Planta un árbol hoy mismo, si tienes dudas sobre cómo hacerlo puedes
consultar a organizaciones gratuitas que te darán todo lo necesario para
hacerlo, al tiempo que te guiarán en este bonito acto. ¡Piensa que,
dentro de unos años, le habrás regalado un nuevo árbol al Planeta
Tierra!
2: Comenzar tu propio jardín
Nunca es tarde para empezar el precioso proyecto de plantar un jardín
con bellas flores o tu propio huerto en casa. En el primer caso,
después de unas semanas de cuidados, tendrás un jardín bellamente
adornado de forma natural. Si te decantas por un huerto casero, no sólo
estarás contribuyendo al desarrollo de nuevas plantas y evitando comprar
verduras en exceso, sino que podrás alimentar a tu familia de la manera
más natural y saludable. ¡Verás cómo el sabor de los tomates,
calabacines, patatas y alcachofas no tiene nada que ver con el que
aquellos que adquirimos en los supermercados!
Pronto se convertirá en un vicio, en el que cada vez querrás tener
más y más plantas y plantaciones en tu pequeño jardín o huerto casero.
¡No olvides hacerlo con compost o abonos totalmente naturales y
prescindir por completo de los químicos! Además, por si no lo sabías,
este contacto diario con la naturaleza y esta bella afición, comportan
grandes beneficios terapéuticos, como han demostrado psicólogos
estadounidenses.
3: Empezar a pasear por la naturaleza
Puedes hacerlo de mil formas diferentes, en soledad, en familia, con
amigos o incluso apuntándote a asociaciones de excursionistas y
senderistas. No hace falta ir muy lejos, sólo localizar el bosque más
cercano y empezar a explorarlo. Es una actividad del todo ecológica que
no va a comportarte más que ventajas a corto y largo plazo.
Todos necesitamos respirar aire puro y sentirnos en contacto con la
naturaleza huyendo del estrés de la ciudad para oxigenar nuestro cerebro
y sentirnos mucho más felices. Podemos explorar bosques nacionales,
lugares históricos e incluso perdernos por los grandes parques urbanos.
Interésate por la fauna y flora propias de la zona y verás cómo pronto
tendrás ganas de convertirlo en una rutina semanal. Además, estaremos
haciendo un ejercicio del todo saludable.
4: Sacar la bicicleta del trastero
La bicicleta es el transporte más sano y ecológico que existe.
Durante muchos meses al año, las temperaturas permiten los paseos en
bicicleta, incluso podemos empezar a desplazarnos a dos ruedas al
trabajo. Explora sobre el camino a seguir y encuentra la alternativa
para comenzar a ir a algunos sitios en bicicleta. Esto ahorrará las
emisiones de gas causados por el coche o el taxi, mejorará el tráfico de
la ciudad y te hará sentir muy saludable. Los beneficios de una hora
diaria en bicicleta para el cuerpo y la salud se notan en seguida.
5: Decir no a los desechables en la compra
Desafortunadamente, si vamos a un supermercado, vemos que la mayor
parte de los envases que usan para casi todos los alientos son de
plástico u otros materiales que perjudican mucho al medio ambiente. Cada
vez que estamos comprando un envase y consumiendo una bolsa de plástico
para su transporte, dejamos una huella nociva. Es el momento de
adquirir bolsas de tela reutilizables para comprar e intentar escoger
los productos que no usan envases contaminantes o cuyos envases pueden
reciclarse.
6: Empezar a tomar café en la misma taza
Las máquinas de café en hospitales u oficinas y similares consumen un
número abusivo de vasos de plástico. Para no contribuir a este gran
daño, usa siempre tu taza para rellenar el café o té que adquieras en
estas máquinas. No sólo estarás contribuyendo con el medio ambiente,
sino que es mucho más apetecible tomar el café en una taza de porcelana
que en los incómodos vasos de plástico, que suelen quemar con facilidad
las yemas de los dedos.
7: Escribir una carta a tu ayuntamiento o a un periódico
Si tienes conocimiento de una práctica antiecológica en tu ciudad o
conoces de alguna compañía o producto que no cumpla la normativa
medioambiental, denúncialo. Aunque te parezca que una sola queja no
puede cambiar nada, la voz de muchas personas unidas es capaz de
solucionar muchos de los problemas actuales perjudican al medio
ambiente.
8: Organizar un mercadillo de ropa entre tus amigas
Antes de plantearte comprar prendas nuevas, haz una limpia en tu
armario. Seguro que hay cosas que olvidaste que tenías y puedes volver a
vestir con la misma ilusión que el primer día. Las prendas que ya no
quieras, retíralas y usa las viejas para reciclar o convertir en otras
cosas que puedas usar (como bolsos o trapos de cocina) Después, convoca
un mercadillo con tus amigas y vecinas para intercambiaros la ropa.
¡Tendrás prendas nuevas en tu armario que te encantarán y todo a un
precio de cero euros! Las prendas sobrantes que nadie quieran podéis
depositarlas en contenedores de organizaciones solidarias.
9: Poner lavadoras por la noche
Por la noche, los costes de la energía son menores, por lo que
comenzar con esta práctica podrás reducir emisiones de carbono al
planeta. Igualmente, puedes adoptar otras medidas para hacer tus coladas
de forma más sostenible, como llenar siempre la carga, reciclar prendas
que no estén sucias y usar temperaturas bajas, la mayoría de las veces
podemos lavar sin problemas a 30 grados. Según la compañía Energy Star,
el 90% de la energía consumida durante un lavado se usa para calentar el
agua. Sobre todo, es importante que tiendas la ropa, incluso dentro de
casa durante el invierno, en lugar de usar las dañinas secadoras.
10: Sumarse a la iluminación ecológica
¿Todas las bombillas de tu hogar son de bajo consumo? Es una pena
estar derrochando energía y perjudicando el planeta con bombillas que no
lo son. Reemplaza todas aquellas por bombillas eficientes. Por ejemplo,
las luces LED son un 80% más eficientes energéticamente y duran 25
veces más que las bombillas incandescentes. Además, tu hogar parecerá un
sitio mucho más bonito y cómodo porque la luz que estas bombillas
eficientes proporcionan resulta mucho más agradable.
11: Formar parte de una asociación ambiental
Afortunadamente, cada vez son más las asociaciones que tienen
interesantes iniciativas para ayudar al medio ambiente. ¿Por qué no
empezar a contribuir con ellas? No está de más dedicarles algunas horas
de tu tiempo de ocio a la semana o al mes -una hora a la semana, un
domingo al mes, según tus necesidades- y comenzar a hacer trabajos
voluntarios para ayudarlos. Podrás hacer todo tipo de actividades que te
divertirán, te ayudarán a conocer gente y te harán sentir mejor contigo
mismo/a. Por ejemplo, recolectar dinero, ayudar a limpiar ríos, dar
clases de ecología, participar en eventos puntuales… Si tu problema es
de falta de tiempo, también puedes contribuir con una donación.
12: No comer carne durante un día a la semana
En algunas ciudades estadounidenses, el ‘lunes sin carne’ es ya toda
una tradición de trasfondo ecológico. La producción de carne se lleva
muchos recursos naturales y resulta perjudicial para el medio ambiente.
Especialmente los pesticidas y la crianza de vacas son unos grandes
contribuidores a las emisiones del gas invernadero y mucha gente cree
que también tienen un impacto negativo en la salud. Si todos dejáramos
de comer carne sólo un día a la semana, este impacto disminuiría.
Además, resulta muy sano comer frutas y verduras sólo por un día a la
semana y el lunes parece una buena opción, pues nos ayudará a limpiar
las toxinas y eliminar los efectos de los excesos del fin de semana. Si
lo prefieres, comienza a citarte para cenar con un amigo cada lunes en
un restaurante vegano o vegetariano. Pronto se convertirá en un hábito
tan saludable como sostenible.
13: Organizar una fiesta ecológica
Hacer una fiesta en la que reunir a tus más queridos amigos es
siempre una estupenda idea, pero ¿por qué no aprovechar para concienciar
a todos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente? Para ello, no
olvides cocinar platos ecológicos (quizá con productos de tu propio
huerto casero), usar mantelería y vajilla biodegradable, confeccionar tú
mismo/a cerveza orgánica o incluso proyectar vídeos con consciencia
ecológica.
14: Leer libros de contenido ecológico o ver películas de esta temática
La ecología importa. Por eso, cada vez son más los libros de calidad
que dejan un mensaje sostenible, mientras cuentan una historia de gran
interés. Lo mismo ocurre con las películas. Visita la biblioteca más
cercana y empieza a escoger los títulos que más te gustaría ver y leer.
Puedes hacerlo tanto en soledad como en compañía. Seguro que te harán
pasar muy buenos ratos.
15: Participar en foros que ayuden a concienciar e intercambia trucos y recetas
Suscríbete a algún foro ecológico y participa en debates en los que
puedes intercambiar trucos y recetas. Esto te hará involucrarte en el
tema, darte cuenta de que otras personas tienen tus intereses y
contribuir a que mucha gente comience a advertir la importancia de
llevar a cabo hábitos ecológicos.
16: Calcular tu huella ambiental
Comienza a anotar en un cuaderno cuánto gastas al mes, en cuanto a
gasolina, energía, el tiempo que pasas en la ducha, cuánto gastas y
compras al mes, si lo haces en grandes superficies, qué tipo de
productos… y proponte misiones semanales o mensuales. Por ejemplo
“reducir mi tiempo en la ducha”, “poner menos de dos lavadoras
semanales” o “usar la bicicleta al menos dos días a la semana para mis
desplazamientos”. Será muy divertido y motivador ver cómo cumples esas
misiones y, al cabo de poco tiempo, muy gratificante comprobar cómo has
mejorado tu comportamiento ecológico.
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