Ya no son las conocidas 3 “R” sino que mucho mas, según nos proponen ahora.-
Hace tiempo ya las 3R (Reciclar,
reducir, reutilizar) y “sus sucesoras” vienen siendo tema de charlas con
Marcelo y por eso es que he decidido volcar aquí algunas de esas
acciones para compartir con todos, con la esperanza que podamos proceder
en esta senda, concientizándonos acerca de su importancia y beneficios.
Reflexionar
Los hombres y mujeres que habitamos este
ajetreado planeta consumimos, porque vivir implica hacerlo
indefectiblemente. Es por ello que debemos reflexionar y hacer un examen
crítico asumiendo que la humanidad es parte del todo –junto a los
restantes seres vivos e inertes incluso- que existe en la tierra. Somos
parte de la naturaleza, y el modo en que nos conduzcamos será el que
aporte y representará los impactos que determinarán cuán inteligentes
somos a la hora de cuidar la vida.
Sabemos que todos aspiramos al
bienestar, aunque no exista un criterio unánime al respecto, y de un
modo u otro siempre necesitaremos consumir algo –aunque ello sólo no nos
convierta en “consumistas”. El confort de la vida que vivimos o
aspiramos aporta directa o indirectamente impactos negativos a la
naturaleza, y, cual efecto boomerang sobre el bienestar humano –tal el
caso de la salud-, y no sólo de quienes vivimos aquí y ahora, sino
además, influyendo en la vida de los que vendrán –generaciones futuras.-
Reflexionar frente al consumo nos
llevará a tomar decisiones sensatas y comprometidas con el entorno, tal
el caso de escoger bienes y servicios comprometidos con el ambiente,
caminar más y usar más la bicicleta, o eventualmente el transporte
público en lugar de la comodidad de usar el auto personal, evitar por
todos los medios el uso de combustibles fósiles, consumir alimentos
frescos, de temporada, y de comerciantes orgánicos, y cientos de
ejemplos de esos que mientras leemos se nos van ocurriendo, felizmente.
Rechazar
En esta línea de pensamiento, lo que
debemos rechazar es todo aquello que represente un impacto negativo al
ambiente, tal el caso del uso de productos tóxicos, productos que no
sean biodegradables o cuyo reciclado sea imposible, reemplazando los
mismos por otros que revistan características sustentables y amigables
con el ambiente.
Decir
NO a los artículos innecesarios, de mala calidad o que nos quieren
convertir en un consumista innecesario es una alternativa.-
Es muy importante al momento de escoger,
poder hacer una correcta lectura de los símbolos de reciclaje de los
productos y evaluar la información que aportan al consumidor, para saber
cuáles productos merecen ser parte de la compra y cuáles no.
A modo de ejemplo debemos considerar que
algunos tienen mayor impacto ambiental negativo que otros, tal el caso
de los que utilizan CFC, destructor de la capa de ozono, tanto como
cualquiera de los que tienen una huella de carbono muy grande ya sea por
la cantidad de agua que se utiliza para su producción, o la tala de
bosques que no sean certificados, o que impliquen el tráfico ilegal de
especies amenazadas, entre otros casos. Demás está agregar que como
sustitutos de éstos deberíamos adquirir aquellos productos que
garantizan la utilización sostenible de los bosques (sello FSC) o de los
recursos pesqueros (sello MSC), y en general los productos orgánicos.
Reducir
Entramos ahora en la primera de las 3R
famosas, la que básicamente apunta a que, menos bienes implican menos
explotación de los recursos naturales, menos residuos y menos
contaminación, y menos gastos por supuesto. Aclaro lógicamente que no
estoy proponiendo una postura extremista que diga “dejemos de consumir”,
porque ya vimos que es imposible. Sólo postulamos el hacerlo de modo
reflexivo, para reducir el impacto negativo global excesivo.
Al momento de comprar lo ideal es poder
adquirir tamaños grandes, productos concentrados, evitar excesivo
envoltorio. Reducir el uso de energía en casa, en la oficina, por
doquier, es un aliciente también, al menos en la medida que no mutemos a
una matriz energética limpia e inagotable, y vale. Pero también debemos
reducir el uso de aquellos bienes que no pagamos con dinero, y que la
naturaleza nos pone a disposición a algunos (no a todos) tal el caso del
agua. Que abrir y cerrar la canilla (grifo) sea gratis y nos regale
agua de modo casi sublime, no importa malgastarla, porque muchos no la
ven ni en sueños, y otros mueren a causa de ella.
Un buen aporte en relación al plástico
–que es algo así como una especie de karma para el pobre planeta- es
decir no a la utilización de envases y bolsas de este material (cuando
vayas a comprar, llevá tu bolsa de tela, o aquella eco amigable), al uso
de cubiertos y vasos plásticos desechables, packaging innecesario, etc.
Reutilizar
Una acción, doble beneficio: dar mayor
vida útil a un producto contribuye a gastar menos, pero por sobre todo,
disminuye el impacto negativo al ambiente.
Reutilizando las botellas plásticas para la producción de cultivos.-
Básicamente todo lo que implica envasado
resulta contrario a lo ambientalmente correcto porque se torna casi
imposible la reducción de los mismos, siendo cada vez mayor la cantidad
de residuos –especialmente plásticos- que resultan del packaging. Por
eso debemos es importante utilizar envases retornables dentro de las
posibilidades, y en el caso contrario, evitar desechar esos productos, y
darle vida para utilizarlo de otro modo.
Es aconsejable el uso de pilas o
baterías recargables en lugar de las comunes. O, reutilizar el papel en
la oficina o en casa, y en lugar de descartarlo, utilizar la carilla
que quede en blanco para apuntar, etc, e incluso la ya utilizada in totum,
vale como marcador, etc. También las cajas de cartón o plástico pueden
utilizarse para almacenar otras cosas en lugar de ser descartadas con el
primer uso.
No menos importante es tener en cuenta
que “lo barato sale caro” y que muchas veces el consumo de productos
económicos nos lleva a comprar más cantidad de lo mismo porque lo
adquirido no funciona, etc. Y por ello es importante comenzar a
considerar como posibilidad la compra de productos de segunda mano, en
ferias americanas o de garage, ya que hay objetos de muy biuena calidad,
poco uso, y que de ese modo se reducen impactos de la producción
innecesarios.
Reciclar
La clasificación de los residuos de acuerdo a su naturaleza es una práctica necesaria.-
Nadie duda de los beneficios ambientales
del reciclado, para lo cual previamente resulta necesario separar los
residuos de forma coreccta y limpia. El primer y mayor logro es que
evita que enormes cantidades de residuos terminen en un basural o
vertedero, reduce el uso de energías y la extracción de materias primas,
y otorga un nuevo valor, comercial o de uso, a ese material desechado
que ha sido transformado y convertido en un nuevo bien.
Para advertir su real importancia,
pongamos de ejemplo el reciclado de una latita de aluminio, que ahorra
una energía equivalente a la del consumo del un televidor durante 3
horas de encendido (fuente Eroski consumer).
Redistribuir
Nada es ajeno a la globalización y la
cuestión ambiental no es la excepción. Por ello traemos a este tema la
redistribución entre los países ricos y los pobres (o desarrollados y
subdesarrollados), con los consecuentes desequilibrios entre unos y
otros que afectan a la población y al ambiente.
Como si ésto fuera poco, debemos
adicionar la superpoblación mundial y tener en cuenta que en las últimas
3 o 4 décadas hemos duplicado la huella ecológica y que para abastecer
el mercado de consumo, se están utilizando recursos de todos lados,
agotándose los de los países más pobres en beneficio de las poblaciones
más ricas, incluso las porciones que deberíamos conservar para las
generaciones futuras, quienes deberían poder gozar del mismo derecho que
quienes nos precedieron, y que nosotros.
Para entender claramente vale tener en
cuenta que si todos los habitantes del mundo viviésemos como vive un
ciudadano medio de EE.UU. o de Emiratos Árabes Unidos, necesitaríamos
más de 4 planetas como éste para satisfacer tal demanda.
Por ello hay que apelar a que los líderes mundiales cooperen
internacionalmente proponiendo, alcanzando y cumpliendo acuerdos más
equitativos que entiendan que la única forma posible de reducir la
huella ecológica es a través del consumo justo y la conciencia
ambiental.
Reclamar
No hay que temer al reclamo justo. Cada
vez existen más leyes protectorias de los derechos colectivos, tal el
caso de los consumidores y de los beneficiarios de un ambiente sano y
saludable, por lo que podemos y debemos tener, como ciudadanos, una
participación más activa en todas y cada una de las actividades que
influyen en nuestra vida cotidiana y valernos de los mecanismos que
permiten reclamar y exigir acciones para mejorar, cuidar, o incluso
restablecer el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos.
Desde el momento que los países firman
acuerdos internacionales sobre la materia y luego ratifican y convierten
en ley nacional, ya está a disposición de los ciudadanos la herramienta
vital para la consecusión de los objetivos en cuestión. Desde entonces,
no podemos ampararnos en la excusa de la inacción de los políticos, de
los gobernates, y demás decisores de la vida de todos.
Ahora nos encontramos frente a la
responsabilidad de ejercer este deber ciudadano, frente a la vulneración
de los derechos propios, que es exigir al estado cumpla y haga cumplir
las leyes, respete y haga respetar el derecho infringido, ya que las
consecuencias nefastas de la crisis ambiental, nos alcanzan a todos. Y
no hablo necesariamente de una acción judicial. Hablo de alzar la voz en
el reclamo como sea, porque es justo. No olvidemos que el ambiente es
un bien común, que es de todos aunque de nadie exclusivamente.
Redes Sociales
Estamos y consumimos mucha información a través de las redes sociales mas importantes.-
Todas y cada una de las acciones que
fuimos desarrollando a lo largo de este paper, contribuyen a generar
conciencia. Hacer llegar esta información es una manera de educar de
modo ambientalmente correcto, para convertir a la sociedad en ciudadanos
comprometidos y responsables con el entorno, y con uno mismo –que
también lo será con el prójimo.
La educación es pilar fundamental
porque está impregnada de información sensata, y hoy por hoy, la
carencia o insuficiencia de educación ambiental por parte de los
Estados, está suplida por las redes sociales, que cada vez más se ocupan
de estos temas, y tornan popular la problemática ambiental, haciendo
público un tema transversal, que no deja de relacionarse con todos los
aspectos de la vida diaria de las personas, de las Naciones, y de la
humanidad toda.
¿Nos sumamos en este camino de acción de las 8R?
¿Quién puede dudar que valga la pena?
FUENTE: http://www.natura-medioambiental.com