Los mares
Se puede definir el mar como una gran superficie de agua salada,
de tamaño menor que los océanos. Generalmente, los mares forman parte
de algún océano y comunican con este por algún tipo de canal o estrecho
natural. También es habitual que se sitúen entre dos masas de tierra
relativamente cercanas, aunque pertenezcan a distintos continentes
(véase el Mar Mediterráneo). Sin embargo, los océanos ocupan vistos
terrenos en los que existen grandes separaciones entre las áreas de
tierra firme más cercanas.
Existen diferentes tipos de mares:
Mares continentales: Si sitúan dentro de los continentes y comunican con el océano por medio de estrechos. Un ejemplo sería el Mar Mediterráneo.
Mares litorales: Son como golfos dentro de los océanos, como el Mar de Noruego o de Beaufort.
Mares cerrados:
Su designación correcta sería “lagos endorreicos”. Son grandes lagos
que no comunican con el océano ni forman parte de él, como el Mar Caspio
o el Mar Muerto.
Una de las mayores catástrofes
que existen en este planeta, desde mi opinión, es la que nosotros
mismos generamos. Cómo de forma constante seguimos contaminando aquello
que nos permite vivir, cómo destrozamos la tierra, el agua y el aire
como si no fuera a pasar nada, ciegos a los daños que no dejamos de
causar.
Tanto los ríos como los mares nos dejan imágenes insólitas,
catastróficas en las que nuestros residuos aparecen flotando o en el
fondo de la tierra. En el caso de los mares suele haber una mayor
incidencia en la etapa estival ya que es cuando hay una mayor afluencia
de personas; es tan demoledor ver cómo en una ola hay bolsas de basura,
botellas o cualquier otro tipo de envase que destroza el medio ambiente y
la vida que se fragua por debajo del agua…
Ya no sólo son los sedimentos que vertemos de forma consciente al mar, no nos olvidemos de los vertidos industriales y urbanos
que se realizan de forma constante al agua. Aunque no lo oigamos todos
los días, aunque no lo veamos con nuestros propios ojos, no dejan de
realizarse vertidos de todo tipo de niveles de contaminación con las
consecuencias pertinentes.
Los residuos radioactivos
están en el fondo del mar, un mar que nosotros contaminamos
o permitimos impasibles que lo hagan, un mar que nos alimenta y ¿Luego
nos impresiona que cada vez haya enfermedades más raras? Nuestra
alimentación se deteriora.
Por hacernos eco de los datos, se cree que el 80% de las diversas sustancias
que contaminan los mares provienen de la propia tierra; esto es, de
suelo urbano o industrial. De esas fuentes terrestres, la denominada
como contaminación difusa es la más importante, la cual incluye focos
diversos tales como vehículos, camiones o tanques sépticos, así como
tierras de cultivo y otros.
Evitar la contaminación de los mares es vital
Por
todo lo indicado hasta este punto, luchar por la contaminación de los
mares es de vital importancia, especialmente porque alrededor de
aproximadamente el 60% de las especies viven en la
franja de 60 kilómetros más próxima a la costa. O si lo preferís, lucha
por ti y por cada uno de los que vendrán, porque todo acaba por
deteriorarse, por cambiar y no siempre es hacia mejor.
Lo único que puedo decir es ¡Despertar!.
Despertar y mirar todo lo que os rodea, atreveros a investigar y ver
cómo eran las cosas antes, cómo eran las montañas, cómo brillaba el
cielo, los polos y cómo eran las aguas que ahora mismo envuelven en su
manto nuestros propios residuos.
Hasta que no seamos conscientes y aceptemos lo que estamos haciendo, lo que está sucediendo e impliquemos al mundo en un cambio importante y absolutamente necesario, seguiremos viendo este tipo de estampas.
Efectos negativos de la contaminación de los mares
El efecto más evidente es el perjuicio que la contaminación de los mares por culpa del ser humano supone para la biodiversidad
de la zona. La contaminación del agua provoca que miles de especies de
animales y plantas marinos vean destruidos sus hábitats naturales (y,
por tanto, reducidas sus posibilidades de supervivencia, Las Naciones
Unidas han calculado que la contaminación afecta a casi un tercio de los
mares del planeta y que esto ha provocado la extinción de casi el 40%
de los ecosistemas en estado más crítico.
En algunos casos, como en los vertidos de petróleo,
se trata de catástrofes naturales que pueden provocar la destrucción
total de ecosistemas enteros y la muerte de miles, millones de animales y
plantas. Además, se trata de un tipo de contaminación muy difícil de
limpiar, tanto por la naturaleza del vertido como por la inmensa
cantidad que suelen derramarse al mar.
Por supuesto, esto repercute en la calidad de los alimentos que los humanos nos llevamos a la boca y en la actividad de las industrias pesqueras, que ven drásticamente reducido su volumen de operaciones.
La
contaminación en los mares no es fácil de erradicar. Una vez que está
ahí, resulta muy difícil eliminarla. Se necesitarían grandes
infraestructuras y enormes costes para limpiar algunas
de las islas de basura y puntos negros que ya existen en el mundo. Pero,
¿quién está dispuesto a asumir esta titánica empresa? La cantidad de
vertidos en el mar ha crecido a un ritmo de x100 en las últimas décadas,
por lo que “limpiar” a la misma velocidad que se contamina, es cada vez
más difícil.
Por otro lado, toda la suciedad acumulada, ya sea petróleo, plásticos, productos químicos u otras muchas sustancias, tardan mucho tiempo en desaparecer
y durante ese tiempo no solo contaminan el agua, sino que también el
aire en incluso la tierra a través de las mareas y corrientes, que hacen
llegar buena parte de la basura a las costas.
FUENTE: http://elblogverde.com/contaminacion-de-los-mares/
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