
Ambientalista venezolano propone la 
creación del “Corredor Biológico Cuenca del Río Esequibo”  Carrasquel 
explica que “los Corredores Biológicos son nuevas formas internacionales
 de protección de la biodiversidad en el mundo”.
“Desde la Fundación Azul Ambientalistas 
hemos estudiado la necesidad de proteger la biodiversidad del la Cuenca 
del Río Esequibo. El mismo tendría un área de aproximadamente 120.000 
Km2, con más de 20 ríos afluentes, y su desembocadura representa el 
segundo estuario más grande del continente americano”.
El río Esequibo es uno de los ríos 
costeros más largos y caudalosos de América del Sur que desemboca en el 
océano Atlántico y discurre por la frontera izquierda de Guyana, aunque 
algunos de sus afluentes llegan del noreste de República Bolivariana de 
Venezuela.
También esta una de las caídas de agua 
mas caudalosas del planeta, las Cataratas de Kaietem que tiene una 
altura de 226 metros. Su masa forestal representa 8 millones de 
hectáreas, reuniendo mas de 1.000 especies diferentes de flora. Esta 
dentro del Escudo Guayanes, lo cual le da una característica sin igual 
como región biodiversa.
El territorio del Esequibo de 159.500 
Km2, rico en recursos minerales y una estratégica zona marítima 
abundante en recursos energéticos, es el causante de la disputa entre 
Venezuela y Guyana, por una delimitación limítrofe que data de 
aproximadamente 200 años.
Algunos autores dividen la geografía del
 Esequibo en 4 regiones, según su conformación físico natural: Zona 
costera (desde Punta Playa hasta la desembocadura del río Esequibo), 
Zona Intermedia (territorio comprendido entre 30 y 120 m.s.n.m., 
Pacaraima (cordillera que ocupa gran parte del territorio Esequibo, 
fundamentalmente cubierto de bosques) y la Zona de Sabanas y Montañas 
del Sur (conformada por las sabanas de Rupununi).
Según la división administrativa de 
Guyana, la Guayana Esequiba abarcaría la totalidad de las regiones de 
Barima−Waini, Cuyuni−Mazaruni, Pomeroon−Supenaam, Potaro−Siparuni, Alto 
Takutu−Alto Esequibo y la parte occidental de la región de Islas 
Esequibo−Demerara Occidental. Con una Población estimada (2010) de 
153.000 habitantes.
Aunque en Venezuela no hay estudios 
científicos para cuantificar con precisión los índices de biodiversidad,
 la misma cuenca del Río Esequibo es una región con alta tasa de 
endemismo en piscifauna a escala mundial, a tal grado de denominarla el 
paraíso mundial de los peces, según revistas especializadas.
Desde el 2007 la CITES [Convención sobre
 el Comercio Internacional de Especies en Peligro] ha realizado estudios
 en la Cuenca del Río Esequibo y ha recomendado considerar la región 
como un área de conservación.
Los bosques y humedales en la Cuenca del
 Río Esequibo son el hogar de una gran variedad de plantas y animales, 
incluyendo el caimán negro ya en peligro de extinción, y de la nutria 
gigante de río.
Además de las 400 especies de peces, 
como las pirañas carnívoras, que habitan en el río Esequibo, se cree que
 hay más de 800 especies de aves, como el águila arpía también en 
peligro de extinción.
Estas y otras especies únicas podrían 
verse amenazadas en el futuro por la pérdida de hábitat. La protección 
de la selva tropical del Esequibo y la Conservación de la Cuenca del Río
 Esequibo, como reserva hidrica y patrimonial de la humanidad, debe ser 
tomada en cuenta para un acuerdo binacional, que de seguro cuenta con el
 respaldo mundial.
Según un informe de la CITES, “La 
biodiversidad de la Cuenca del Río Esequibo es muy alta, con muchas 
especies únicas, así como especies nuevas para la ciencia. Es imperativo
 que actuemos rápidamente en la conservación de estas áreas prístinas 
que están desapareciendo rápidamente por todo el planeta, por lo que es 
fundamental aprender sobre ellas antes de que se alteren”.
“Revertir la tendencia posesiva 
extractivista minera es lo recomendable para la toma de desiciones ante 
una nueva realidad que exige la consciencia ambiental, ecologica y 
conservacionista para la preservación de la biodiversidad y los recursos
 hídricos del planeta” concluye Gustavo Carrasquel.
 
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