¿Qué es el protocolo de Kyoto?
Es
un acuerdo al que se adscribieron en 1997 un centenar de países del
mundo con el fin de limitar sus emisiones de gases de efecto
invernadero.
La Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro en 1992,
marcó la toma de conciencia internacional sobre el riesgo del cambio
climático. Los países más ricos, para los que una disminución del
crecimiento parece ser más llevadera y que, por otra parte, han sido los
responsables de las emisiones más importantes, se han
comprometido en el año 2000 a estabilizar sus emisiones en los niveles
de 1990. En 1997, el Protocolo de Kyoto, el que afirmó estos compromisos
cuantitativos jurídicamente.
Los gases de efecto invernadero son:
– Dióxido de carbono (CO2): que proviene esencialmente de la quema de combustibles fósiles y de la deforestación.
– Metano (CH4): su origen principal proviene de rumiantes, del cultivo de arroz, de los vertederos de residuos municipales, del petróleo y del gas.
– Halocarburos (HFC y PFC): son los gases utilizados en sistemas de refrigeración y la producción de frío, los gases propulsores de aerosol.
– Óxido nitroso (N2O): proviene de la utilización de fertilizantes nitrogenados y de determinados procesos químicos.
– Hexafluoruro de azufre (SF6): utilizado, por ejemplo, en los transformadores eléctricos.
Los compromisos asumidos por los países desarrollados son ambiciosos. Para facilitar su cumplimiento, el Protocolo de Kyoto prevé para estos países la posibilidad de utilizar los mecanismos llamados de “flexibilidad” para complementar las políticas y medidas que cada uno de ellos deberá aplicar a nivel nacional.
Estos mecanismos son tres:
– Los “permisos de emisión”: esta disposición permite vender o comprar derechos de emisión entre países industrializados.
– La “Aplicación Conjunta”: permite, entre los países desarrollados, hacer inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero fuera del territorio nacional y beneficiarse con créditos de emisión generados por reducciones obtenidas.
– El “Mecanismo de Desarrollo Limpio”: similar a la disposición anterior, con la diferencia que las inversiones son hechas por un país desarrollado en un país en desarrollo.
El protocolo de Kyoto en la actualidad
Los
resultados del Protocolo de Kyoto reflejados hasta el final de su
aplicación en 2012 reflejaron que el volumen total de las emisiones de
gases de efecto invernadero se redujeron un 22%.
La última fase del protocolo de Kyoto, hasta 2012, fue adoptada por más de 190 países, entre los que no se encuentra Rusia y tampoco India, China y Estados Unidos, que firmaron su propio acuerdo de emisión de gases, el acuerdo Asia-Pacífico.
En
2014, durante la XX Conferencia sobre el Cambio Climático en Lima,
Perú, las principales potencias presentaron una serie de acciones que
han prometido llevar a cabo. Además, se han sentado las bases para
elaborar los planes nacionales y propuestas de reducción de emisión de
gases, las cuales deben estar listas en octubre de 2015. Todas estas
propuestas serán tratadas en diciembre de 105 en París durante la XXI Cumbre sobre el Cambio Climático.
A
la espera de llevar a un nuevo acuerdo global, el Protocolo de Kyoto
sigue dejando notar sus efectos positivos en todo el mundo. No en vano
hay en la actualidad más de 8.000 proyectos abiertos en más de 100 países
del mundo. Estos proyectos han sido creados por el CDM, un organismo
surgido a raíz del Protocolo de Kyoto y que ha permitido a países
subdesarrollados o en vías de desarrollo tener la posibilidad de apostar
por un desarrollo sostenible.
FUENTE: http://elblogverde.com/protocolo-de-kyoto/
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