Cubrir las necesidades energéticas del planeta con energías renovables sería un sueño verde hecho realidad, qué duda cabe, y pese a que no hay nada imposible, a día de hoy todos los interrogantes están abiertos.
¿Qué energía primará, la solar, la eólica, o acaso otra que todavía ni siquiera conocemos?
Para el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), alcanzar ese sueño es posible, y además antes de lo que esperamos. Su apuesta, claramente, es la solar. Consideran que ésta y no otra tecnología es la que debe impulsarse por su enorme potencial y su gran eficiacia en la reducción de los terribles gases de efecto invernadero.
De acuerdo con las conclusiones de un reciente estudio de este prestigioso organismo, las potencialidades que nos brinda la energía solar son superiores a las de cualquier otra energía renovable. O, lo que es lo mismo, la energía solar tiene el mayor potencial para cubrir las necesidades energéticas del planeta, por lo que se debe impulsar el desarrollo de su tecnología de forma prioritaria.
Del mismo modo que las actuales tecnologías de silicio cristalino han ayudado a mejorar la eficiencia de la fotovoltaica, los científicos creen que la industria podría lograr alcanzar una capacidad de teravatios para el año 2050, sin necesidad de grandes avances tecnológicos.
Placas solares de teravatios
¿Pero, qué significa generar teravatios? Recordemos que un teravatio es una unidad de potencia que equivale a un billón de vatios, y que la potencia total usada por el ser humano fue de alrededor de 16 TW en 2010, si bien se prevé que la demanda de energía aumente hasta situarse entre 20 y 25 terawatts en 2020.Por lo tanto, el MIT afirma que las plantas de energía solar futuras podrían producir esta capacidad medida en teravatios, lo que significa que se cumpliría el objetivo. El mundo, entonces, vería satisfecha su capacidad de consumo de energía recurriendo a la energía solar, sin necesidad de más.
Principales desafíos
Para que ese momento dorado llegue, el estudio plantea tres desafíos para lograr este objetivo: desarrollar nuevas tecnologías para que la energía solar avance, integrar la generación de energía solar en los sistemas de red eléctrica y, por último, lograr una necesaria eficiencia a la hora de ofrecer soporte al despliegue tecnológico que prevén que necesitará esta industria.¿Y qué hay de la energía eólica?
Si según el MIT a energía solar es la mejor opción para satisfacer a largo plazo las necesidades energéticas del planeta, lo suyo es preguntarse por qué la energía eólica tiene limitaciones importantes en este sentido.Si tenemos en cuenta el espacio disponible para instalar turbinas eólicas, habría disponible energía eólica para multiplicar por cuatro y por ocho las necesidades energéticas del planeta para el año 2030. Eso sí, ello supondría llenar la cuarta parte del mismo de generadores eólicos, justo el espacio en el que técnicamente es posible hacerlo.
Por lo tanto, al menos en teoría es factible. Eso sí, implicaría fabricar e intalar la friolera de 8 millones de generadores eólicos si deseamos satisfacer las demandas energéticas del 2030. Mucha turbina, demasiada.
Pero este no sería el principal obstáculo, pues al menos sobre el papel es posible hacerlo.
La imposibilidad vendría de otro lado. Lo que nos permite afirmar que, pese a su potencial, la eólica no puede satisfacer las necesidades globales no es otra cosa que la imposibilidad de obtener el neodimio necesario, un mineral necesario para producir generadores.
Su dependencia del neodimio obliga a descartarla. Simplemente, por mucho que nos empeñemos, la energía eólica no es capaz de energizar a todo el planeta. Eso, a menos que cambien las cosas y las nuevas tecnologías ofrezcan soluciones alternativas al neodimio que revolucionen el panorama.
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