Los jardines verticales creados con botellas de plástico pueden hacerse
casi en cualquier lugar donde haya una pared, una valla o simplemente
un techo del que poder colgar unas simples sujeciones. Ya sea para hacer
un mini huerto urbano o un jardín ornamental, serán mínimos el esfuerzo
y los medios necesarios.
Básicamente, necesitamos las botellas,
una buenas tijeras, material de sujeción, tierra y los plantones o
semillas para obtener resultados. Eso sí, como ocurre en todo, también a
la hora de diseñar un jardín vertical existe un amplio abanico de
posibilidades, que van desde las básicas a otras realmente complejas,
tanto en la disposición de las botellas como en lo que respecta a los
sistemas de riego automatizado.
¿En vertical o en horizontal?
Una
opción consiste en colocar las botellas en horizontal, sujetándolas por
ambos extremos para que mantengan el equilibrio. Por el contrario, si
optamos por su colocación en vertical bastará con una sola sujeción
mediante una cuerdecita que desde la base de una botella hasta su tapón,
de forma repetida, ensartando una botella con otra como si fuesen las
cuentas de un collar.
Las botellas colocadas de forma horizontal
facilitarán el riego extra de la lluvia, si bien sujetarlas resultará
más complicado. A su vez, podremos aprovechar la totalidad del
contenedor para llenarlo de tierra, mientras las botellas verticales han
de dejar espacio para la planta, con lo que suelen llenarse solo hasta
la mitad.
La superficie de verde que obtenemos será mayor si elegimos la
colocación en horizontal, como puede observarse en las distintas
imágenes, a excepción de que optemos por cortarlas por la mitad y
dejemos un espacio superior libre para que la planta pueda crecer
también a lo alto, con mayor libertad que cuando la obligamos a
limitarse a una ventanita.
Cubrir paredes o vallas y crearlas
La
colocación de las botellas será fácil si aprovechamos la sujeción como
guía para que queden una debajo de la otra, a una distancia siempre
igual o desigual, en función de nuestro diseño, que planearemos en
función del espacio que deseemos cubrir.
Ya sea en vertical o en
horizontal, las botellas son idóneas para cubrir una valla, una pared o
bien para crearlas, consiguiendo desde un tupido jardín hasta una
separación similar a la que nos proporcionaría un divertido biombo.
Si conseguimos las botellas del tamaño adecuado, será fácil transformar
un palet en un jardín vertical, perfecto para colgar de la pared. Nos
ahorraremos las sujeciones y el resultado será decorativo y fácil de
integrar en cualquier entorno si sabemos jugar con los colores, tanto
para la estructura de madera como para las botellas.
Torres con botellas
Las
torres de botellas son quizá la opción más compleja de construir, pero
solo lo parece, pues en realidad se trata de encajarlas comunicando unas
con otras para permitir el drenaje y un riego fácil.
El cepellón o las plantas se pueden plantar en la ventana de cada
botella, una vez hemos realizado la estructura e introducido la tierra,
como último paso. Y, a la hora de regar, se consigue que toda la torre
se humedezca vertiendo agua en la botella superior paraqué caiga de
forma progresiva. Es decir, el agua gotea en el embudo y se va
filtrando. En el caso de que llueva o de que regemos demasiado, el
excedente de agua se evacua a través de los orificios que habremos
realizado en la pared. Y al contrario, puesto que no se pierde agua
reducimos la evaporación, con lo que se reduce la necesidad de riego.
Las
torres son una interesante opción para cubrir vallas metálicas, al
tiempo que será fácil sujetar las botellas gracias a su misma
estructura. Una manera fácil de convertir un elemento antiestético en un
muro verde y de atraer biodiversidad, con la ventaja de estas pueden
ser verduras o plantas aromáticas que aliñen nuestros platos y ahuyenten
plagas.
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