Observando el planeta
Tierra desde el espacio exterior, como un cuerpo solido que gira
alrededor del Sol, se nota débilmente una zona de la estratosfera
terrestre, es decir del área superior de la atmósfera, desde los
12 a los 100 km de altura y donde está presente la famosa capa de ozono, que contiene una
concentración relativamente alta de este elemento O3, casi el 90%
del presente en el planeta.
La formación del ozono
de la estratosfera terrestre es catalizada por los fotones de luz
ultravioleta que al interaccionar con las moléculas de oxígeno
gaseoso, que está constituida por dos átomos de oxígeno (O2),
rompiendo el doble enlace y separándolos en los átomos de oxígeno
(oxígeno atómico) constituyente, el oxígeno atómico se combina
con aquellas moléculas de O2 que aún permanecen sin disociar
formando, de esta manera, moléculas de ozono, O3.
El ozono se concentra
principalmente en la estratosfera, partir de los 15 km de altura, ya
que sólo es estable en determinadas condiciones de presión y
temperatura, pero es sumamente importante para la vida que conocemos
en el planeta, ya que este elemento O3 actúa como filtro y nos
protege de las radiaciones que son bastante nocivas para la vida,
dicho de otra forma más simple, es como las cortinas de la casa que
tamiza la luz, disminuye el calor, pero deja pasar otras
radiaciones, como la ultravioleta de onda larga.
Esta radiación del Sol
son la base de la pirámide o cadena trófica, ya que sin la
radiación solar filtrada por la capa de ozono no se produciría la
fotosíntesis, las plantas no estarían en condiciones de vivir,
además, ya sabemos la importancia de las plantas en la producción
del oxigeno O2 que todos respiramos.
Todos los animales toman
del aire el oxígeno, que las plantas y las algas en el mar producen,
este oxigeno que necesitan todos los animales para los procesos
biológicos básicos, el metabolismo y la producción de energía,
finalizado este proceso químico, exhalamos gas carbónico, que es
tomado por las plantas para utilizarlo en el proceso de la
fotosíntesis, este intercambio de oxígeno y gas carbónico es el
ciclo del oxigeno necesario para la vida.
El oxígeno elemental O2,
que tiene la condición de ser el tercer elemento más abundante del
universo, solamente empezó a acumularse en la atmósfera después de
la aparición de estos organismos fotosintéticos, las algas en el
mar son los principales productores de oxigeno, por lo que no es
nada raro saber que es un elemento esencial para la vida en el
planeta.
La naturaleza es el
conjunto de todos los seres vivos, desde las bacterias unicelulares
más simples hasta las formas más complejas de vida, está envuelta
en una relación dinámica, donde el ser más sencillo es
importante y constituye un intrincado tejido de conexiones en todas
las direcciones, cualquier alteración de las condiciones de vida en
el planeta afecta a todos los elementos del sistema.
Por lo que dejamos explícitamente claro, con lo dicho anteriormente, que la relación de la capa de ozono, la fotosíntesis de las plantas y el oxigeno que todos los animales consumen, es un sistema, que si es alterado atentaría contra toda las especie existente en el planeta.
Pero este equilibrio esta
viéndose afectado por la acción del hombre y del proceso de
industrialización de los países más desarrollados, casi todos
situados en el hemisferio norte, ellos son responsables de 80% de la
contaminación en el planeta, donde solo el 23% corresponde a los
Estados Unidos.
La polución mundial se
ha duplicado en sólo 14 años, existen estudios científicos
alarmantes que dan a conocer la magnitud de los efectos de la
contaminación industrial en la salud y la población humana, la
presencia de elementos como el plomo, mercurio, cromo o el amianto en
el organismo genera enfermedades cardiovasculares, cáncer de pulmón
y afecta el desarrollo neurológico de niños y adultos, hoy es un
problema que ya no es regional, sino global.
Al modelo global de
desarrollo del mundo capitalista industrializado ha generado un
desarrollo que ha conseguido aumentar el abismo que separa a los
países ricos de los pobres, generando pobreza, inequidad y
exclusión, aumentando la gravedad del problema.
Pero realmente alarmante
es el uso de clorofluorocarbonos (CFC), el uso del gas freón, los
compuestos bromurados, principalmente para los procesos de
refrigeración, en los propelentes comerciales y los fungicidas de la
industria agrícola, que ha logrado alterar la capa de ozono dejando
un agujero de la Antártida, que ha alcanzado para el año 2005 una
extensión de casi 29.000.000 de kilómetros cuadrados, más de tres
veces el tamaño de Australia.
La disminución de la
capa de ozono ha llegado al punto, que en 1987 las Naciones Unidades,
ha establecido el protocolo de Montreal, para actuar globalmente
sobre la gravedad de la situación, protegiendo la capa de ozono y
adoptando medidas preventivas para controlar las emisiones mundiales
de las sustancias que la agotan.
Luego en 1990 se firma la
Enmienda de Londres del Protocolo de Montreal, con la finalidad de
establecer un calendario para la eliminación de las Sustancias
Agotadoras de la Capa de Ozono, además se crea un fondo multilateral
para cooperar con los países en desarrollo en la reconversión
industrial y tecnológica.
En Copenhague 1992 se
hace otra enmienda para lograr la ampliación de la lista de
sustancias controladas y de un nuevo calendario de eliminación de
las sustancias agotadoras, luego en 1997, de nuevo en Montreal, se
establece la obligación de crear un sistema de licencias dirigido a
reducir el tráfico ilegal de las sustancias que permita controlar el
ingreso y egreso; así como el origen y destino de las mismas.
Pero en el 2013, hemos recibido la muy buena noticia que aparentemente
el agujero en la capa de ozono, según las imágenes tomadas por la
agencia espacial europea y la NASA, disminuyo en la Antártida y fue
estadísticamente el de menor tamaño en los últimos 10 años, aunque el
tamaño depende mucho del tiempo frío y de los vientos de la Antártida,
no por la disminución de los CFC, según los estudios científicos.
El tamaño es de 21 mil millones de kilómetros cuadrados para el 2013 comparados con los 22.5 millones de Kilómetros en la década de los noventas, pero habrá que esperar los próximos años haber si se mantiene la tendencia.
El tamaño es de 21 mil millones de kilómetros cuadrados para el 2013 comparados con los 22.5 millones de Kilómetros en la década de los noventas, pero habrá que esperar los próximos años haber si se mantiene la tendencia.
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