Investigadores
del Departamento de Biología Animal y del Instituto de Investigación de
la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona (UB) han
identificado una estrategia excepcional de las esponjas marinas para
sobrevivir en latitudes antárticas y tropicales cambiando su vitelo.
El vitelo es la gran reserva energética de los embriones en desarrollo y las larvas de los animales, incluidos los invertebrados marinos, en los que suelen tener una composición heterogénea, con una mezcla de elementos proteicos y lipídicos.
El estudio de la UB
revela que la esponja marina ‘Mycale acerata’, común en latitudes
antárticas, genera un vitelo completamente lipídico, una estrategia de
supervivencia que podrían compartir otras esponjas en las latitudes
polares del mar de Ross y las islas Shetland del Sur.
Según
los investigadores, las esponjas producen este vitelo completamente
lipídico para favorecer el desarrollo rápido de la larva y aumentar así
las posibilidades de supervivencia de la especie en las frías aguas del
océano Austral.esgo, Conxita Ávila, Sergi Taboada, Laura Sánchez y Joan Solà.
Según
ha explicado Ana Riesgo, “todas las larvas de las esponjas marinas son
lecitotróficas, es decir, con una gran cantidad de vitelo nutritivo, del
que dependen durante todo su desarrollo”.
Pese a ello, hasta
ahora no se había estudiado cómo cambia el vitelo según las condiciones
del hábitat natural de las esponjas, que son organismos filtradores de
gran valor ecológico en los ecosistemas marinos.
“En nuestra
investigación -según Riego- hemos analizado por primera vez la
naturaleza del vitelo en dos especies de esponjas marinas relacionadas
filogenéticamente, pero de hábitats diferentes: la Mycale acerata,
típica de latitudes antárticas, y la Mycale laevis, que abunda en los
mares tropicales”.
Los científicos del IRBio han estudiado las
poblaciones de esponjas en las costas antárticas de la isla de
Decepción, en el archipiélago de las Shetland del Sur, donde abundan en
aguas poco profundas y se alimentan de bacterias, diatomeas y materia
orgánica en suspensión.
Según el estudio, un vitelo lipídico
podría explicar parte del gran éxito evolutivo de esta especie en las
frías aguas antárticas.
“Este vitelo lleva mucho más potencial
energético que el proteico, se metaboliza más rápidamente y permite que
la larva crezca más rápido”, ha indicado Riesgo.
En las fases
iniciales del crecimiento juvenil, cuando la larva acaba de asentarse y
es más vulnerable, este tipo de vitelo le permite conseguir más rápido
una medida suficiente para sobrevivir a los depredadores y desarrollar
un sistema acuífero rápido para empezar a filtrar y, por tanto,
alimentarse.
“Con un verano antártico corto -ha dicho la
investigadora-, esta estrategia favorece una mejor adaptación de la
especie a las condiciones ambientales para aprovechar mejor los recursos
y enfrentarse al invierno austral”.
Alejada de las costas
polares, la esponja Mycale laevis abunda en arrecifes coralinos de mares
tropicales y produce un vitelo heterogéneo con una mezcla de lípidos,
proteínas e incluso glucógeno.
En esta especie, sólo un 30 % de la reserva energética de larvas y embriones es de naturaleza lipídica.
“Los
ecosistemas marinos del trópico también son extremos – ha puntualizado
Riesgo-, porque no hay una disponibilidad alta de nutrientes para las
esponjas”.
En estas circunstancias, un vitelo con esta
composición mixta les permite aguantar más tiempo en la columna de agua y
tener una capacidad de dispersión mayor para lograr esconderse bajo los
corales y protegerse así de sus depredadores naturales.
FUENTE: EFE
Secciones: Biodiversidad
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