El término humedales engloba una amplia variedad de ambientes, que
comparten una propiedad que los diferencia de los ecosistemas
terrestres: la presencia del agua como elemento característico. Este
elemento juega un rol fundamental en la determinación de su estructura y
funciones dentro de la ecología.
El término humedales engloba una amplia variedad de ambientes, que
comparten una propiedad que los diferencia de los ecosistemas
terrestres: la presencia del agua como elemento característico. Este
elemento juega un rol fundamental en la determinación de su estructura y
funciones dentro de la ecología.
Hay muchas definiciones del término humedal, la definición que más se acepta es la que esta relacionada con la Convención sobre los Humedales, donde quedan incluidos todos los ambientes acuáticos interiores y la zona marina costera y que toma a estos como: las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuye profundidad en marea baja no exceda de seis metros.
Los humedales juegan un papel muy importante en el ciclo del agua:
recibe agua por precipitaciones (lluvia, nieve o granizo), agua
subterránea o mediante arroyos y ríos, y la sueltan ya sea a otros
cursos de agua superficiales, por infiltración a través del suelo
formando depósitos de agua subterránea o mediante transpiración y
evaporación de las plantas nuevamente a la atmósfera.
Por lo general el agua se acumula o su circulación es más lenta en los
humedales, su liberación sucede lentamente, y esto tiene efectos
importantes ya que los humedales funcionan como reguladores de los
excesos y deficiencias hídricas, ayudan a mitigar las crecientes y la
recarga y descarga del agua subterránea. Mediante la retención,
transporte y transformación de nutrientes, sedimentos y contaminantes,
juegan un papel muy importante en los ciclos de la materia y en el
mantenimiento de la calidad de las aguas.
Los humedales sustentan una importante diversidad biológica y en muchos
casos constituyen hábitats críticos para especies que se encuentran
amenazadas de extinción. Así mismo, dada su alta productividad, pueden
albergar poblaciones de animales muy numerosas. Muchas especies estan
asociadas a los humedales ya sea en una etapa de su ciclo de vida, para
nidificar, descansar o alimentarse.
Un ejemplo emblemático de los humedales está dado por las aves playeras
migratorias, que viajan todos los años, en algunos casos miles de
kilómetros desde sus áreas de nidificación en el Hemisferio Norte, hasta
diversos humedales de la Argentina, en los que estas aves se concentran
en grandes bandadas como en la Bahía San Sebastián en la Provincia de
Tierra del Fuego.
La Argentina posee una gran extensión territorial en donde no es
llamativo encontrar una gran variedad de ecosistemas acuáticos, en donde
mucho de ellos están contaminados y otros están en camino de
contaminarse, los más significativos son:
-Esteros del Iberá y sus ambientes:
Esta zona de agua se formó a partir de un cauce antiguo del río Paraná,
el cual dejó al Iberá con su ambiente de lagunas, esteros con vegetación
abundante, ríos y arroyos. La Provincia de Corrientes ha tomado una
medida apropiada en crear la Reserva Natural del Iberá, de
aproximadamente 1.300.000 hectáreas, que garantiza la conservación de
este ecosistema único.
-Lagunas del Chaco Húmedo y Sistemas de Estero:
Se encuentran palmares, esteros y cañadas, que obtienen su agua de la
asociación que realizan con el extremo sur de los esteros del Paraguay,
los que a su vez se continuan hacia el norte hasta el Pantanal de
Bolivia y Brasil. Se encuentra una gran variedad de fauna, dependiendo
de la disponibilidad del agua. Así como también especies amenazadas como
el aguará-guazú, el lobito de río y el ciervo de los pantanos. Las
inundaciones son una característica de la región. El Parque Nacional Río
Pilcomayo, de unas 55.000 hectáreas protege una muestra de la región.
-Bajos Submeridionales:
En el norte de la Provincia de Santa Fe se encuentran los denominados
Bajos Submeridionales. Este territorio de aproximadamente4.000.000 de
hectáreas, surcada por ríos y salpicadas por lagunas, se encuentran bajo
agua de cuatro a cinco meses al año.
-Laguna Mar Chiquita:
Al norte de la Provincia de Córdoba, se halla una enorme laguna y los
bañados del río Dulce. Esta laguna cubre una extensión de unas 200.000
hectáreas, en donde se halla una inmensa variedad de aves acuáticas.
-Lagunas pampeanas y la depresión del Salado:
La llanura pampeana está salpicada de lagunas permanentes y temporarias,
que varían de acuerdo con las precipitaciones. La depresión del Salado,
que se halla en el centro de la Provincia de Buenos aires, es la zona
más característica. Desde principios de la década de 1960 comenzó un
ciclo húmedo en la región que provocaron inundaciones. Esta situación se
agravó por la construcción de carreteras y por el ferrocarril. El agua
comenzó a trasladarse de un lugar a otro provocando innumerables
inconvenientes.
-Sistema de Lagunas altoandinas:
En la Puna existen ecosistemas acuáticos únicos. El centro del sistema
es la laguna de los Pozuelos. En la actualidad existen explotaciones
mineras que vuelcan residuos tóxicos y sin tratamiento a los afluentes
de la laguna. Sin embargo, no hay estudios importantes acerca de la
contaminación. Se encuentran lagunas que salpican la región y también
son característicos los turbales de altura, hábitat de algunas aves y
anfibios endémicos.
-Laguna de Llancanello:
Es una inmensa laguna de aguas salobres que se encuentra en la Provincia
de Mendoza. En este sistema el total de aves acuáticas supera los
ciento treinta mil ejemplares.
-Lagos Andinos Patagónicos:
En el sur de la Cordillera de los Andes, los glaciares que actuaron hace
miles de años dejaron su huella en grandes y profundos lagos, que en la
actualidad reciben agua de los deshielos.
-Costa norte de la Provincia de Tierra del Fuego:
En esta isla encontramos mareas que dejan al descubierto grandes áreas
limosas intermareales. Esta zona es ideal para varias especies de aves
migratorias.
Los humedales proporcionan recursos naturales de gran importancia para
la sociedad. A fin de conservarlos, su aprovechamiento debe enmarcarse
en el uso sostenible. Este concepto implica el uso que produzca mayor
beneficio continuo para las generaciones presentes, manteniendo al mismo
tiempo su potencial para satisfacer las necesidades y aspiraciones de
las generaciones futuras.
La herramienta más eficaz para lograr una gestión de humedales que
promueva su conservación y utilización sustentable a través de un manejo
integrado, es el desarrollo de planes de manejo. Estos pueden
realizarse a diferentes escalan según el objetivo perseguido. Deben
tener un enfoque interdisciplinario que, mediante el conocimiento
profundo de las características y funciones de los humedales y los
aspectos socio-económicos propios del área, examinen los diferentes usos
posibles del ambiente. Con el fin de que los planes de manejo sean
realmente eficaces, deben dar importancia a la participación de los
diferentes sectores involucrados en la utilización de los recursos
naturales y la comunidad local. Finalmente, dado que los humedales son
zonas dinámicas que presentan variabilidad temporal, los planes de
manejo deben someterse a análisis y revisión permanentes.
Durante siglos los humedales fueron considerados tierras marginales que
debían ser drenadas o recuperadas, ya sea para mejorar las condiciones
sanitarias o para su afectación a la producción, principalmente la
ampliación del área agrícola o urbana. Se estima que debido a la
actividad humana se ha perdido más del 50% de la superficie de humedales
de todo el mundo.
La pérdida de los humedales puede tener otras causas además de las
acciones directas para drenarlos y recuperarlos. Las alteraciones que
producen las grandes obras realizadas en las cuencas hidrográficas (como
represas y canalizaciones), la extracción de agua para consumo, las
modificaciones ambientales que provoca la deforestación y la
contaminación, entre otros factores, también afectan seriamente a los
humedales.
Si bien en los últimos años la idea de que los humedales deben ser
conservados por los beneficios que representan para la humanidad se ha
extendido, debe profundizarse en el conocimiento de estos ambientes par
valorarlos adecuadamente.
Cristian Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario